Biografías | ||
D.Alejandro Aguado y Ramírez de Estenoz Vamos a iniciar la página de Historia de "Langreanos en el mundo" por el apartado de Biografías. Y lo hacemos con un sevillano unido a Langreo por distintas razones, aunque principalmente porque puso las bases de lo que sería el despegue industrial de la cuenca minera del Nalón en la primera mitad del siglo XIX. Pero cuando los franceses entraron en esta ciudad, siguiendo el ejemplo de su tio O'Farrilll, se pasó al bando de los invasores, captado por el mariscal francés Nicolás Juan de Dios Soult. Pues bien, Soult estuvo al mando de las primeras fuerzas de Napoléon que entraron en Sama, "por el camino de Cumillera—Camellera—, después de haber ocupado la villa residencial de Ciaño". ( En Camillera se instaló después la factoría de Carbones de la Nueva, actualmente Químicas del Nalón). Y Aguado, que era ayudante de campo del mariscal de Soult, es muy probable que estuviera por esos años (entre 1808-1810 aproximadamente) en el Valle del Nalón. Al ser derrotadas las tropas francesas, Aguado tuvo que emigrar a Francia, como tantos otros afrancesados. En París se dedicó a los negocios de banca. Fundó la Casa Aguado, y antes de cumplir los cuarenta años era ya un poderoso financiero. En los años 1823 y 1824 negoció dos importantísimos préstamos por valor de mil trescientos millones de reales en un momento sumamente difícil para el Estado español y la monarquía de Fernando VII, que estaba en absoluto descrédito. Se convertía así en el banquero predilecto de la Corte de España, que, como galardón a este gran servicio, le concedió el título de *Marqués de las Marismas del Guadalquivir en 1829. Un año antes se le había concedido la nacionalidad francesa. En 1831 regresó a Madrid, siendo agasajado por toda la nobleza y la plutocracia madrileñas. Le acompañaba el gran compositor italiano Joaquín Rosini. Ambos fueron recibidos por el Rey Fernando VII. Viajó después a Asturias, y en 1836 fundó la Sociedad Aguado, Muriel y Compañía, empresa minera establecida en Langreo. Esta empresa puso en práctica el primer reglamento en la minería de una Caja de Socorros en 1844, que cubría el pago de médico, cirujano y medicinas no sólo para el personal que estaba en activo, sino también para los obreros que hubiesen sido declarados con incapacidad permanente, así como a las viudas y sus hijos. Luego, siguiendo el plan concebido por Jovellanos, Aguado financió la carretera carbonera, con una inversión que superó los cuatro millones de reales. Para la construcción de esta carretera se movilizaron cientos campesinos de los valles mineros, que trabajaban muchas veces "por un simple pedazo de pan". Aguado se desplazó a Gijón en 1842 para asistir al acto inaugural de la carretera. Pero el 12 de abril, el mismo día de la inauguración, moría afectado por una fulminante hemiplejía en la fonda gijonesa "El Águila de Oro". Precisamente en esos años se estaba produciendo una profunda mutación en las técnicas siderúrgicas, con la sustitución del carbón vegetal por el carbón mineral coquificado. De este modo, Langreo y su comarca se convertían en lugares privilegiados para la instalación de ferrerías. Poseía una riqueza fundamental: el "monarca carbón", hacía el que se movían entonces las corrientes más dinámicas de la vida económica. En tal sentido, uno de los proyectos que Aguado tenía para Asturias era levantar un gran complejo siderúrgico en la comarca del Nalón, para lo que estaba dispuesto a invertir unos cuarenta millones de reales, una cantidad fabulosa para aquella época. Pero no pudo ser. Francisco Palacios González |
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